Producción y consumo responsables: Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles.
Este objetivo persigue fomentar un uso sostenible, desde el punto de vista social, económico y medioambiental, de todos los recursos naturales y energéticos en todas las fases de producción, transporte y consumo de todo tipo de productos, incluyendo su envasado, almacenaje y proceso de desechos. Igualmente incluye la necesidad de garantizar unas condiciones dignas de trabajo en todos los miembros de la cadena de producción, especialmente en los elementos más débiles, como suelen ser los productores, sobre todo de países empobrecidos.
Este consumo debe estar por tanto enfocado a paliar la pobreza, contribuyendo a que todas las personas puedan mantener una vida digna con su trabajo y con la comercialización de los productos que cultivan o crían.
Por otro lado, se tiene en cuenta también la reducción de la utilización de recursos, la degradación y la contaminación, tratando de conseguir una mejor calidad de vida, e incluye también una sensibilización de las personas, como consumidoras, mostrando la relación global que existe entre lo que consumimos y el modo en que viven quienes lo producen o quienes lo acercan a hasta nuestro hogar. De este modo se trata que todas las personas tomen conciencia del enorme poder que tienen como agentes de consumo, un acto que realizamos varias veces al día y que mueve miles de millones de euros en todo el mundo. Con cada decisión de compra estamos eligiendo qué modelo de mundo queremos construir, cómo queremos que se trate al medioambiente y a las personas. Por ello es importante apuntar hacia los modos más sostenibles y justos posibles.