Accessibility Tools

Este objetivo persigue fomentar un uso sostenible, desde el punto de vista social, económico y medioambiental, de todos los recursos naturales y energéticos en todas las fases de producción, transporte y consumo de todo tipo de productos, incluyendo su envasado, almacenaje y proceso de desechos. Igualmente incluye la necesidad de garantizar unas condiciones dignas de trabajo en todos los miembros de la cadena de producción, especialmente en los elementos más débiles, como suelen ser los productores, sobre todo de países empobrecidos.

Este consumo debe estar por tanto enfocado a paliar la pobreza, contribuyendo a que todas las personas puedan mantener una vida digna con su trabajo y con la comercialización de los productos que cultivan o crían.

Por otro lado, se tiene en cuenta también la reducción de la utilización de recursos, la degradación y la contaminación, tratando de conseguir una mejor calidad de vida, e incluye también una sensibilización de las personas, como consumidoras, mostrando la relación global que existe entre lo que consumimos y el modo en que viven quienes lo producen o quienes lo acercan a hasta nuestro hogar. De este modo se trata que todas las personas tomen conciencia del enorme poder que tienen como agentes de consumo, un acto que realizamos varias veces al día y que mueve miles de millones de euros en todo el mundo. Con cada decisión de compra estamos eligiendo qué modelo de mundo queremos construir, cómo queremos que se trate al medioambiente y a las personas. Por ello es importante apuntar hacia los modos más sostenibles y justos posibles.

Áreas de acción

  • Gestión de residuos

    Gestión de residuos

    Todo acto de consumo lleva aparejado consigo otro acto de desecho. Tras el uso de cualquier producto siempre hay una pequeña o gran parte del mismo que se debe desechar (su envoltorio o envase, sus sobras o incluso el producto entero en las modalidades de usar y tirar). Aquí se trata de reflexionar sobre la cantidad de desechos que producimos a diario e identificar cuántos podríamos eliminar. Se deben identificar aquellos que resultan menos sostenibles (más perjudiciales para el medio ambiente o las personas) y reducirlos al máximo. También se debe mencionar la reutilización, la adaptación o el trueque de productos como un modo de reducción de residuos y, por último, y sólo en el caso de que no se haya podido evitar su uso ni habilitar su reutilización, realizar una correcta separación y desecho para facilitar su reciclaje.
  • Producción y consumo sostenible

    Producción y consumo sostenible

    Existen diferentes modelos de producción de todos los productos (industrial, artesanal, en serie, a gran o a pequeña escala, en latifundio, minifundio, de modelo extensivo o intensivo…) y todos ellos tienen una serie de ventajas e inconvenientes. Es conveniente identificarlas y ver cómo en la mayoría de los casos la única razón por la que se elige uno u otro es la económica, dejando de lado las consecuencias medioambientales y sociales. Se deben también examinar otros modelos alternativos, como el ecológico, Km 0 o Comercio Justo, analizando que su rentabilidad es mucho mayor en todos los campos, incluso también en el económico. Es importante fomentar una visión global a largo plazo de las consecuencias que determinados actos y modelos tienen en el entorno de manera permanente.
  • Consumo responsable

    Consumo responsable

    Se pretende concienciar sobre el poder que todas las personas tenemos como consumidoras. Es un acto que realizamos varias veces al día y que sostiene empresas, economías mundiales, y a miles de millones de familias en todo el planeta. El objetivo es analizar qué pautas seguimos a la hora de comprar, en qué nos fijamos y qué hace que nos decidamos por unos u otros productos: precio, calidad, origen, marca, moda, necesidad básica, impulso… y también comprobar hasta qué punto conocemos lo que compramos: ¿sabemos dónde está hecho?, ¿y con qué?, ¿leemos su etiqueta?, ¿conocemos realmente todos sus usos? Estas reflexiones se pueden aplicar a las áreas de consumo más sencillas como el doméstico (alimentación, calzado, ropa) pero también a otros espacios como el ocio, el turismo, el transporte, la energía… invitando a reflexionar acerca de que consumimos mucho más de lo que pensamos.
  • 1
  • 2
  • 3